Tata se explayó sobre varios temas, explicó por qué no se abre un hueco para Carlos Tevez, se refirió mucho al juego que le gusta, habló sobre las virtudes del Kun y hasta dijo si pondría a Batistuta.
Di María tendrá que ser el Messi del debut con Ecuador?
-Con Leo tenés a un tipo que te resuelve las cosas más fáciles y las más difíciles. El punto es cómo hacemos nosotros ahora que él no podrá estar. Las otras veces que no jugó, Angel se movió con otro extremo y los dos tuvieron la libertad de cambiar de punta. Me acuerdo de que en el primer partido, con Alemania, Angel arrancó por izquierda, cambió con Lamela y la rompió como extremo derecho, en la posición de Messi... Es parte de nuestra forma de jugar tener desorden cuando manejamos la pelota.
-¿Cómo será la Selección sin su gran estrella?
-Yo repito lo que pienso: si perdemos dirán que faltó Messi y si ganamos lo minimizarán. Aunque las dos cosas estarían mal. Lo que nunca debiera pasar es poner en tela de juicio lo que representa Leo para nuestro equipo. Y lo que somos con él. Yo, después, tengo la expectativa de que sigamos funcionando.
-¿Puede ser que el sistema de la Selección le quite chances a Tevez de ser titular? No está Messi pero no se piensa en él.
-Sé que hace mucho tiempo que Tevez no juega de 9 solo. Pero sigo viendo que en los momentos decisivos, cuando participa de los goles, juega de 9. Y tiene definición de 9. Yo lo que quiero evitar es que haga un gran desgaste arrancando de atrás porque eso lo aleja del área.
-¿Por qué creés que Tevez en esta Selección no es el de Boca?
-Estuvo afuera de la Selección tres años y ahora le tocó jugar poco. Y cada vez que juega hay toda una expectativa detrás suyo para ver si se encuentra con Leo o no. Puede pasar que eso no suceda, aunque debo decir que desde que vino Tevez están permanentemente buscándose con Messi. Ellos también deben escuchar todas las cosas que se dicen... Esa desesperación por demostrar que se pueden juntar termina siendo negativa. Hay veces que vos podés tener un pase más fácil y por buscarte con el otro, te complicás. Es una cuestión del paso del tiempo para que se dé naturalmente.
-¿No le vendría bien a este equipo tener una referencia de área, un faro que aguante la pelota para que los otros lleguen por los costados?
-Para las apariciones profundas por dentro es mejor un 9 que salga y no uno fijo. Porque el que sale atrae marcas y deja los vacíos para los volantes o extremos que hacen diagonales. El 9 fijo es Suárez. ¿Para qué? Para que los monstruos de los costados jueguen mano a mano. O sea: el 9 fijo es para cuando uno tiene en los costados un uno contra uno muy desequilibrante. Si nosotros logramos que el Kun descienda para habilitar o que habilite otro, está bien. Y si logramos que haya un desborde y un solo tipo en el área cómo él, también está bien. Cuando el Kun se postea, atrae la marca de los centrales porque es un tipo muy desequilibrante. Parado adentro del área llama mucho la atención. Aunque también es cierto que el juego es dinámico y él a veces entiende que debe descender.
-¿Te falta un jugador como Luis Suárez?
-Tampoco soy un técnico que use esos jugadores. Recuerdo solo a Miliki Jiménez como centrodelantero neto de área. A mí siempre me gustaron los 9 que juegan. Más parecido a Suárez, a ese estilo, pueden ser Icardi o Calleri.
-¿Y si tuvieras a Batistuta en actividad?
-Quizá sería un problema y terminaría jugando Balbo.
-¿Le va costar volver a Higuaín, otro que puede ser 9 de referencia?
-No.
-¿Por qué no lo llamaste en esa convocatoria?
-Porque entendí que había que ir por este lado. Vimos la posibilidad de traerlo a Dybala y lo llamamos para que se vaya afianzando al funcionamiento.
-Será tu primera convocatoria sin un faro adelante. Podrías haber elegido a Icardi...
-Icardi está bien, es joven y ya la dieron la cinta de capitán del Inter. Está saliendo menos en los medios... De hecho yo lo sigo mirando. Pero no está y yo sé que hoy no le puedo pedir eso a Carlitos. El Kun en cambio lo hace naturalmente. Y si yo le pidiera menos descenso y más presencia en el área, también lo haría bien. Aunque no es alto, se las arregla entre centrales de más de 1,90 metro. Pelea contra los grandotes del fútbol inglés con mucha facilidad. En una Copa América o un Mundial, donde tengo que tener todas las variantes cubiertas, por ahí sí llevo un 9 fijo. Pero para uno o dos partidos, no creo.
-¿Qué es Dybala?
-Es un chico con un potencial enorme. Digo potencial porque todo lo que demostró ahora deberá hacerlo en la Juventus. El se ha transformado en una estrella en una de las ligas más importantes del mundo. Ahora tiene que instalarse en la Juve. Esto es como acá pasar de un equipo chico a ponerse la camiseta de River o Boca. Fundamentalmente, encontré un chico muy ubicado, muy pensante. Cuando la cabeza funciona bien, hay más chances de que las cosas se den naturalmente.
-¿Qué ves en Correa?
-Es una aparición impresionante. Veo un chico que no tiene ningún temor. Cuando está afuera de la cancha, lo mirás y parece que está caminando sorprendido por todo lo que ve. Pero adentro parece que no tiene ningún problema. Hace lo que siente: si tiene que gambetear, gambetea; si hay pase, hay pase; si hay pared, hay pared... Es una incorporación que me genera mucha ilusión.
-¿Tiene algo de Tevez?
-A veces me engaña un poco por los sectores de la cancha donde él podría jugar. Es un jugador con una posición medio indefinida. Si vos jugás con un enlace, él no es 10. Pero sí mediapunta. Igual, tampoco me interesa mucho descubrir dónde juega. Le veo mucha capacidad de gol, es uno más para elegir ya.
-¿Qué es Alario? Hasta se dice que tiene cosas de Francescoli.
-Van muy rápido, ja. La verdad que sorprendió. En Colón era un jugador interesante, pero en River logró una adaptación muy rápida. No le pesó la camiseta de River. Aun cuando ahora hay una evolución más tardía del futbolista. Antes ya casi dabas un veredicto sobre un jugador de 18 /19 años. Hoy por ahí te aparece uno de 21/22. A mí a los 22 ya me querían echar de Newell's. Miren lo de Ramiro Funes Mori. Era un futbolista al que nadie consideraba... Eso tiene que ver con esa evolución.
-¿Qué otro jugador del estilo Icardi te impactó?
-Algunos van desapareciendo porque se van a ligas que seguimos menos. Pero por ejemplo, Joaquín Correa me parece un jugador muy interesante. De Paul, el chico que jugaba en Racing, también.
-¿Y Kranevitter?
-Probablemente con su llegada se terminaron las preocupaciones que surgieron sobre la falta de reemplazo de Mascherano.
-¿Con Kranevitter podés usar a Masche de 6?
-Hay que ver qué tipo de partido estamos jugando para que eso se produzca. En partidos donde tenemos permanentemente la pelota nosotros, hay que elaborar con espacios largos detrás de nuestros centrales. Ahí, la presencia de Javier empieza a tener mucho más sentido. Podés armar Otamendi-Masche. En cuanto a Kranevitter, vos te das cuenta del tratamiento que le da el resto al nuevo. Cuando la agarra uno y se la da a él; otro y a él; otro y otro... Ahí el 5 ya está adentro. Eso pasó con Matías.
-Masche va a seguir. Messi también. ¿Tuviste miedo de que algún jugador renunciara a la Selección post Chile?
-No.
-¿Y por qué estabas tan convencido?
-La pasaron bien en la Copa América. Estaban conformes con lo que veían en la cancha. Y había lugar para intentar mejorar. O sea, más allá del dolor, siempre pensé que podían tener ilusión. A lo mejor fue una presunción mía, pero no temí que alguno se bajara para siempre.
-¿Cómo creés que conviven los jugadores que están afuera con las críticas por perder la Copa América?
-Sienten un profundo dolor. Para ellos estar en la Selección no es una obligación. Lo toman con ilusión. Vienen exclusivamente por la gloria... Ya están absolutamente consagrados. Por eso deben tener mucha más impotencia de la que siento yo. Pero son tercos, cabezaduras, como lo somos todos los que estamos acá. Seguimos intentando, nos gusta, somos apasionados por lo que hacemos.
-Hablando de intentar. ¿Cuál es el límite para salir jugando?
-Hay como diez opciones de juego antes de saltear. Yo me río porque acá, cuando se abren los centrales y aparece una sombra, ya se tira el pelotazo. Pero no se termina ahí. Todavía vamos a atragantarnos más con la salida desde el fondo...
-¿Por qué tiene tan mala prensa salir jugando?
-Porque se van poniendo modas. Igual, ojo que cuesta... ¿Sabés lo que costaba hacerlo en Newell's'? Lo digo en función de la gente. Parece que cuando los centrales van a la mitad de la cancha se viene el fin del mundo. Alguna vez, cuando no sea más el técnico de la Selección, les voy a mostrar que hay diez opciones más antes del fin del mundo... En definitiva, los riesgos pasan por una decisión del jugador. Hay cuestiones que son del abc. Me acuerdo de un gol que le hicieron al Independiente de Almirón. El central se quedó parado frente al Ruso Rodríguez y él quiso forzar el pase por arriba. El arquero tiene que saber que si el central no se abre es porque no quiere que se la den. Ese es un límite. Cuando hay gente que no quiere jugar, no tiene sentido provocar algo que te puede complicar.
-¿Con cuántos equipos de Primera hoy se puede salir jugando?
-En el fútbol argentino, con la mayoría se puede salir jugando. Pero hay que ver contra quién, cómo me presionan... Una vez, cuando estaba en Newell's, vino el Arsenal de Alfaro. Nos presionó con los dos por adentro y los dos de afuera. Ahí descubrimos el salteo. Pero no reventándola. Ni siquiera con un pase largo, sino con uno de 25 metros... El problema es cuando viene Chile a presionarte porque está dispuesto al uno contra uno y el central te sale. Todo se entrena. No es verdad que todo muere con dos centrales abiertos.
-Te gustaba más el River campeón de la Sudamericana que el de la Copa Libertadores, ¿no?
-Sí, el primero de todos, con Pisculichi de 10. Ahora está otra vez intentando. River fue mutando: las circunstancias lo obligaron. Se puede pensar que no se logran resultados porque se insiste con una forma de jugar, pero a veces se pueden lograr justamente manteniendo las formas. Nadie tiene una verdad absoluta. Lo que sí creo es que el periodista debería analizar a un equipo según lo que el entrenador busca. No me sirve que me digas todos mis errores en función a lo que te gusta a vos y no en función a lo que me gusta a mí. Si te cuento que quiero hacer esto, analizame según mi idea.
-¿Qué equipos de la Argentina te gustan?
-Estamos en una época un poquito más ciclotímica. Pasan de un partido bueno a otro no tanto. Está claro que me agrada Banfield. Me gustaba con Almeyda y con Claudio Vivas sigue la misma línea. Boca tiene regularidad, aunque no siempre desde el rendimiento sino con los resultados. A partir de la confirmación de la vuelta de Tevez tuvo que reinventarse. Eso lleva un tiempo. Como entrenador tuviste que imaginarte un cambio en la forma de jugar, pero no pudiéndolo entrenar con ese jugador porque estaba en la Copa América. Todo eso es sobre la marcha. Es difícil acostumbrarse del 4-3-3 a un 4-4-1-1 ó 4-3-1-2. Igual yo pienso que con los que van punteros hay poco lugar para las discusiones.
-¿Cómo te llevás con el momento de Central?
-Bien. Empezó a jugar bien. Jugó muy bien con Belgrano, Godoy Cruz, San Lorenzo. En Central hay bastante cambio de sistema y siempre sale bien. Es productivo. Me gusta mucho el momento de Marco Ruben. Siempre fue un gran jugador, pero está en un gran momento. Pasa que Boca tiene una gran efectividad.
-¿Cómo ves la renovación de técnicos?
-Es positiva. La mayoría apuesta a un estilo similar al mío. Debe tener que ver con dónde hicieron sus carreras. Cuando jugás 10 años en Europa, te metés las manos en los bolsillos y estás más sueltito... Los veo convencidos de lo que hacen, sin temores al resultado. Hablo en líneas generales... Después, todos sufrimos. Pobre Vasco, por ejemplo, que reconoce las obligaciones de Boca y después se las tira todas encima. No importa tanto el número de teléfono. Lo fundamental es la intención. ¿Cuál es la diferencia si jugás con línea de cuatro, abrís los centrales y traés al 5 o si jugás con línea de tres y ya tenés al 5 adentro? El tema es qué jugadores hacen eso. En fin, el cambio es tirarla para arriba para jugar la segunda pelota o intentar salir jugando. Acá la gran mayoría intenta jugar.
