Todo comenzó a las 21.30, en el Club Las Heras, donde Chacarita hace de local en el campeonato de Segunda División de Futsal de AFA. Faltaba poco más de un minuto para el final del primer tiempo, con Chaca 1-0 arriba en el marcador. Fue entonces cuando los barras irrumpieron en el gimnasio y, sin mediar palabra, atacaron a los jugadores y delegados del Torito.
"Pudo haber sido una masacre. Fuimos salvajemente golpeados. Hasta me pegaron con los cascos de las motos", declaró al diario Olé Ariel Porta, uno de los integrantes de la delegación de Chicago, quien debió ser trasladado al hospital Santojanni. "No nos mataron porque no quisieron. Estaba todo dado para que lo hicieran. Imaginate que salieron por la puerta principal del club y sin que absolutamente nadie los detuviera", agregó.
En el Torito aseguran que el ataque fue premeditado, y cuentan que antes de que interrumpieran el partido ya había unos 25 barras de Chacarita en las tribunas, que se sumaron a los 30 que se metieron luego, con los rostros tapados.