El encuentro comenzó con un momento emotivo y de conmemoración por el fallecimiento de Diego Barisone, defensor que militaba en Lanús. Se realizó el minuto de silencio correspondiente y hubo un estruendoso aplauso en memoria del futbolista santafesino. Lanús salió desde el inicio a imponer su juego en campo rival y, cuando transcurrían seis minutos, se puso en ventaja mediante un cabezazo de Gómez, quien también le había convertido a Atlético Tucumán en la anterior presentación por la Copa Argentina. Inmediatamente, los jugadores del Granate se unieron para levantar la camiseta número 15, en clara dedicatoria al marcador central.
A tono con sus presentaciones en el Torneo de Primera, certamen en el que acumula 19 encuentros sin victorias (ocho empates y once derrotas), Nueva Chicago careció de capacidad para recuperarse ante el primer golpe. El mediocampo estaba más preparado para contrarrestar ataques que para armar juego, motivo por el cual sus acciones quedaron reducidas al impulso individual de Sebastián Grazzini y a la voluntad de la dupla delantera conformada por Lucas Baldunciel y Mauricio Carrasco. Sobre el final del primer tiempo, Lanús capitalizó otra pelota parada para estirar la ventaja: Gómez aprovechó un rebote suelto dentro del área y sorprendió al convertir su primer doblete con el equipo.
El inicio de la etapa complementaria sirvió para que Lanús liquide la historia en el estadio Tomás Adolfo Ducó (Huracán), nuevamente a través de un tiro de esquina. El juvenil González, grata aparición de las inferiores, empalmó el centro de volea para poner el 3 a 0 que marchitó las aspiraciones de Nueva Chicago. Después de varias actuaciones infructuosas en la Copa Argentina, el Granate debutará en los Octavos de Final y sueña con que la competencia integradora sea el pasaporte para volver al plano internacional.
