El Real lo consiguió con un triunfo soñado, en la casa del archirrival y con una barrida en la serie. Al imponerse por 90-85 a Barcelona en el Palau Blaugrana ante 7247 espectadores, Real Madrid ganó la final por 3 a 0 y obtuvo la Liga de España, el torneo nacional de mayor poderío en Europa. Y así fue un paso más lejos que lo que habían alcanzado otros dos equipazos de la Casa Blanca, los de 1965 y 1974, dueños de triples coronas.
Toro en rodeo ajeno, en el tercer partido del cruce entre madridistas y culés, Nocioni creció en participación y en rendimiento respecto a lo que había hecho en ambos encuentros como local. Barça se había propuesto en Cataluña tener más agallas y concentración. Pues si había que resistir esas virtudes del anfitrión, qué mejor que Nocioni, una fiera por naturaleza. Aun suplente, el santafecino fue el tercer basquetbolista blanco más productivo, con +13 en valoración por sus 11 puntos (0 de 2 en dobles, 3 de 4 en triples, 2 de 2 en libres), 6 rebotes, 1 asistencia y 1 robo, en 23 minutos de juego.
