"Agradezco que me hayan elegido por los próximos 4 años, seguiré al comando de este navío llamado FIFA y lo llevaré de nuevo a la costa", prometió el suizo de 79 años, nuevamente recordando las denuncias de corrupción en el ente que fueron desarrolladas por la Justicia de Estados Unidos. "Tenemos que combatir ciertas cosas que pasan y resolver los problemas dentro de la FIFA", amplió.
Aunque no se impuso sobre Alí Bin Al Hussein directamente porque le faltaron siete apoyos para conseguir los 140 que establece el Estatuto para festejar la victoria, el retiro voluntario del jordano ahorró un paso: "Nosotros creemos en lo que hacemos y pido que todos ustedes nos ayuden a creer que la FIFA debe estar en un determinado lugar. Les aseguro que al final de mi mandato dejaré una FIFA fuerte para mi sucesor", exteriorizó toda su fe y confirmó que serán sus últimos cuatro años en funciones.
Descontracturado como en pocas otras veces, se atrevió a bromear entre risas con su edad porque "no es un problema" y explicó que "me gusta estar con ustedes, me gusta mi trabajo, no soy perfecto, en realidad nadie es perfecto y estoy seguro que podemos hacer un gran trabajo". Por fuera del protocolo, Blatter se despidió gritando "¡vamos FIFA, vamos FIFA!" para darle lugar a la ovación de los oyentes que asistieron al 65º Congreso que albergó la sede de Zurich.
