Por otra parte, De Gregorio aseguró que pese a las investigaciones de corrupción en las que se encuentra envuelta la FIFA, no está en duda la votación para elegir al presidente de la organización para los próximos cuatro años. "Es un momento difícil para nosotros, pero el Congreso tendrá lugar porque una cosa no tiene que ver con la otra", declaró. Y aclaró que "ni el presidente Joseph Blatter, ni su secretario general, Jerome Valcke, están involucrados en tales procedimientos judiciales".
Sobre el impacto anímico que ha tenido en Blatter esta operación policial y el nuevo escándalo, De Gregorio admitió que no está contento, pero que tampoco está preocupado. "No está bailando en su despacho, pero está muy tranquilo, ve lo que pasa, coopera con todos. No es un hombre feliz en este momento y diciendo que todo es estupendo, pero está tranquilo", subrayó.
"La FIFA es la parte dañada en todo esto. Estamos cooperando, facilitamos información y lo hacemos en nuestro propio interés", explicó De Gregorio en una conferencia de prensa en la sede central de la FIFA. "Esto es bueno para la FIFA, para su reputación y para la limpieza. No es un día bonito, pero también es un buen día, las cosas avanzan y queremos tener respuestas", señaló.
Luego, en un comunicado, la FIFA ratificó que, "como parte afectada, coopera plenamente en el marco de las acciones emprendidas por las autoridades suizas".
