"Los primeros cuatro jugadores fueron los más afectados por un líquido que recibieron porque la manga estaba rota y desalojada. Se empezaron a escuchar gritos de jugadores afectados. Tratamos de calmar a todos aunque había desorientación", confesó el entrenador en la conferencia de prensa que brindó. "Fue desesperante. Había jugadores tirados en el piso con irritación en los ojos y quemaduras", agregó a su relato.
Además, no titubeó a la hora de catalogar el hecho como un "atentado" que no pasó a mayores. "Hubo bengalas en el medio y pudo ser peor, fue un atentado que no pasó a mayores. Los jugadores quedaron en estado de shock. La cosa se empezó a calmar cuando salimos al campo y los médicos pusieron mano sobre la situación", afirmó.
Por otro lado, contradijo al Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quien había afirmado que adentro de la manga había oficiales de la Policía custodiando el ingreso del plantel 'millonario' y desestimó las versiones que indicaban que efectivos de dicha fuerza habían arrojado gas pimienta. "¿Las acusaciones de Chiarini? Era tanto el desborde, no se sabía qué había pasado. Tratamos de ver por qué no había nadie en la manga. No había autoridades de seguridad. Por eso la bronca y la indignación, pero no se acusaba a nadie", subrayó.