El clima no es el mejor, por eso el director técnico volvió a dar la cara, buscando llevar tranquilidad al convulsionado Mundo Rojo: "Quiero que los jugadores estén tranquilos, que no estén invadidos por la mala información. Por eso vuelvo a hablar, para aclarar algunas cosas. Los jugadores deben olvidarse de ese partido. Ahora, debemos pensar en lo que viene, que es Banfield", soltó el entrenador.
En la conferencia de prensa, le plantearon el escenario ante una caída contra el Taladro, el domingo desde las 16 horas, y el DT fue claro: "Soy un empleado y los jefes están convencidos de algo. Yo estoy bien, el equipo está bien. Le vino bien el descanso a algunos jugadores". Y luego, agregó: "Están bombardeando a los directivos para que tomen decisiones. Todos los equipos, cuando se van armando, pasan por estos momentos. Éste era un club que estaba destrozado, abandonado. Ahora el ambiente mejoró. Falta la parte importante, que sostiene todo en el ánimo de la gente, que son los triunfos".
"No voy a estar forzando un contrato. Esta es mi vocación, siento que estoy capacitado. No lo hago por una necesidad extrema. No es sano atarse a un contrato", recalcó Almirón, dejando entrever que su vínculo con la entidad de Avellaneda no sería un impedimento si es que deciden prescindir de sus servicios.
Además, el técnico decidió desterrar la posibilidad que indicaba que los futbolistas no hayan dejado 'todo' contra Alianza de Coronel Moldes: "No fue un buen partido y están preocupados. No siente que no haya habido respaldo. Ellos siempre intentan jugar bien. Es su trabajo, jamás van a hacer un partido malo para no respaldar al entrenador. Se expone el jugador también si hace eso".
"Jugar de local debiera ser una ventaja. Nosotros tenemos que cambiar el hecho de jugar de local y que eso sea a favor nuestro. No puede generarnos una presión", cerró el ex Godoy Cruz, refiriéndose al déficit que están teniendo en el Libertadores de América.
