Con mi papá hablábamos de River, Boca y de peronismo y antiperonismo. Éramos hinchas de Boca en una familia de River, y él era Peronista en una familia antiperonista, arrancó Sabella.
Quiero participar en fútbol, seguir en mi carrera de entrenador. Tengo una edad en la que tengo que aprovechar. Tengo ganas de dirigir afuera, tener un desafío en el exterior, expresó Sabella.
Si vos le pedís el 100 por ciento a tus jugadores, tenés que dar lo mismo, como mínimo. Dar el 90% es no dar nada, indicó Pachorra.
Luego se metió de lleno en lo que fue el Mundial de Brasil: Quise tratar de decir algo que valiera la pena. Me arrepiento del equipo que formé en el primer partido. Me equivoqué.
Alguna vez les pedí disculpas a los jugadores por los cambios que hice. Hago autocrítica, pero no puedo estar permanentemente obsesionado con si me equivoqué en una cosa o la otra, agregó.
Tuvimos inconvenientes físicos, perdimos un jugador fundamental como (Ángel) Di María. Más o menos el Mundial se dio como pensábamos. La Primera fase se iba a jugar de una manera y el resto de otra, contó Pachorra.
También mostró su lado sensible: Sentí no traer la Copa por la gente. Existe una enorme diferencia entre ser Campeón y ser segundo. Pero también existe una diferencia entre ser segundo de una manera y de otra. Este equipo despertó pasión. Se vio el alma del equipo, y eso se valoró mucho.
