El plan era claro: a los 18 minutos del primer tiempo (por el número de su camiseta) del encuentro ante Hull City, sin importar lo que sucediera dentro del campo de juego, todos los presentes iban a pararse y a aplaudir. Y eso sucedió. El estadio de fundió en un sólo aplauso, que incluso arrancó antes, a los 17'.
Hasta la hinchada rival se prendió en la movida y llevó banderas con mensajes para el Galgo. Sus compañeros no se quedaron atrás y salieron a la cancha con una casaca especial con su nombre.
El encuentro finalizó 2 a 2. Cissé, que metió doblete, festejó uno de sus goles con una dedicatoria especial: "Siempre mira para adelante, Jonás".