El equipo albiceleste tendrá enfrente hoy a uno de los que se suponen rivales débiles de su zona. Pero a no confiarse de más. Si bien Filipinas perdió sus dos choques previos, lo cierto es que planteó dura batalla y le dio dolores de cabeza tanto a Croacia (que lo venció 81-78, en suplementario) y Grecia (que ayer se impuso 82-70).
Los asiáticos no jugaban un Mundial desde 1978 y hacen pasar buena parte de su juego por el pivot Andray Blatche (2.10 metros y 28 años), jugador de Brooklyn Nets de la NBA. En el certamen que se disputa en la Madre Patria, el interno promedia 24.5 y 13 rebotes.
Igual, es un equipo con poca estatura, aunque muy veloz. Su mediacancha se siente cómoda presionando en corriendo, por lo que el perímetro albiceleste tendrá que estar atento a ese detalle.
Se trata de un antagonista muy voluntarioso y al que el DT argentino, Julio Lamas, describió como un rival incómodo porque no hace un juego tradicional. El entrenador amplió su definición: Su estilo (el del combinado filipino) no nos es familiar. Por eso es muy importante ganar y antes pensar en qué nos conviene hacer para quedarnos con el triunfo. Además, recordó que Argentina ya tuvo experiencias de enfrentarse con rivales no tradicionales como con Túnez en Londres 2012 (triunfo por 92-69, después de un mal primer tiempo) o con Jamaica en el Premundial Caracas 2013 (derrota 75-81 en la segunda fase del certamen). El formato (del torneo) es así. No pensamos en lo que no tenemos, nos adaptamos, dijo Lamas, quien admitió que hay poco margen de error, aunque reconoció que la caída ante los croatas no fue tan mala, ya que fue por sólo cinco puntos.
