Los entendidos dicen que desde este local se creó "medio Sarandí". Por lo menos fue el nacimiento del imperio familiar, donde Julio Grondona nació en 1931 y a partir de donde comenzaron su vida de negocios y comercio. En ese entonces, arriesgados, fiaban y arreglaban pagos a largo plazo. De este modo, se hicieron querer en el barrio. Y luego en el poder de la AFA.
Bajo la política "te presto ahora y me lo devolvés cuando puedas" administro la Asociación del Fútbol Argentino y transmitió todo el negocio familiar al escritorio del poder.
El control de la ferretería fue pasando a lo largo de los años, demostrando que la familia Grondona funciona como un verdadero clan. Su esposa Nélida atiende el local desde que son novios. Actualmente el negocio es un imperio: ocupa las dos veredas de Independencia al 500, entre Comodoro Rivadavia y Almirante Solier. El edificio principal es blanco y sus dos pisos son los más altos de la cuadra.
Para los que la conocen y para los que no, pasar por la ferretería es una atracción obligada, casi un hito turístico. El camión del local es celeste y rojo, fiel a los colores de Arsenal.
Pero lo que no cambia es la manera de administrar el local: se puede fiar con la plena confianza de la palabra, anotando en un cuaderno negro la deuda del vecino. Los empleados son todos de Sarandí. El negocio hizo el barrio y da empleo a sus hijos. "Piden de todo y hay de todo", aseguran.
