De todos modos, en el tiempo transcurrido el terreno ha continuado cediendo y la grieta es más profunda, se acrecentaron los bloques de tierra sobre la calle y es mayor la cantidad de árboles caídos. Otra de las consecuencias, es una nueva rotura del caño de hierro fundido correspondiente a la cloaca que allí se encuentra.
Por esta última razón, una cuadrilla de siete operarios de Obras Sanitarias del Municipio reparó ayer de manera provisoria el conducto. Durante el tiempo que el conducto permaneció roto, el líquido arrastró barro y anegó la costanera. Esto hizo necesaria, a su vez, la intervención de los bomberos para limpiar y destapar los desagües.
Las decisiones que se han tomado hasta ahora buscan evitar el agravamiento de la situación o dar una solución temporaria a las urgencias. Para realizar un diagnóstico que permita avanzar sobre el fondo del problema, el Municipio contrató los servicios de la consultora Barbagelata Ingeniería SA. La elaboración de un nuevo proyecto de ingeniería, el llamado a licitación de la obra y, luego, los trabajos correspondientes llevará varios meses. Mientras tanto, habrá que detener el derrumbe. Los trabajadores de Obras Sanitarias comentaon que el trabajo que ayer realizaron con caños plásticos, mangueras y soportes atados con alambre aguantaría sólo por algunos días más. En el terreno barrancoso se observan plásticos negros que buscan evitar el golpe del agua y la consecuente erosión. También hay grietas similares a las que surgieron antes de los derrumbes ya citados.
En relación a la reconstrucción, el secretario de Planificación de la Comuna dijo que la obra deberá contemplar un sistema de drenajes y de conductos superficiales similar al que se construyó en la barranca del Patito Sirirí, denominada del Bicentenario. Para llevar este trabajo adelante es necesario cumplimentar una serie de pasos que incluyen desde la conclusión del diagnóstico, el cálculo presupuestario, la determinación del origen de los fondos a utilizar, el llamado a licitación (que requiere 30 días) y las obras propiamente dichas. La complejidad y la conjunción de tareas demandará de varios meses de trabajo.
Causas
El inconveniente se originó por las intensas lluvias del verano y se agudizó a finales de marzo con la rotura de la cañería cloacal. Si bien el sector fue intensamente monitoreado a principios de febrero dado que ya se había insinuado el deslizamiento a partir de la saturación de la arcilla expansiva no se pudo evitar la caída.
La primera grieta se registró el 27 de marzo en el coronamiento de la barranca al final de la calle Santa Fe.
Réplicas
Los problemas de estabilidad no sólo se encuentran en el epicentro del lugar donde la semana pasada se cayó la barranca sino en otros enclaves del parque. El Municipio tiene detectado potenciales riesgos en la zona del Anfiteatro, en la Cuesta de Izaguirre, en la Bajada de Los Vascos y en la calle Melvin Jones.
Una de las razones es que desde hace 20 años no se realizan trabajos de fondo para el mantenimiento de los sistemas de drenaje (con excepción de la barranca del Patito) sino que se ha apelado a trabajos puntuales. En este sentido, los técnicos del Municipio observan que esos desagües han cumplido su vida útil. Serán necesarias inversiones de consideración para arreglarlos y preservar la tierra en su lugar. (El Diario)
