Paraná creció en los últimos tiempos con nuevos barrios y urbanizaciones que se formaron en zonas alejadas del centro. En varios de esos lugares no se contempló el servicio de transporte público y los vecinos del lugar deben caminar hasta más de un kilómetro para llegar a una parada. Ante la consulta, tanto desde las empresas que prestan el servicio como desde la Municipalidad ofrecieron respuestas y hay proyectos factibles, pero aseguraron que son a largo plazo.
Para los vecinos de los nuevos barrios que fueron inaugurados sobre Soldado Héctor Bordón, tomar el colectivo no va a ser nada fácil. Pedro Piedrabuena, de la vecinal Arturo Illia, señaló que la parada más cerca está sobre Caputo y deben caminar para llegar cinco cuadras por calles de tierra. Pasa el 4 y el 20. Si no, hay que ir hasta Almafuerte y esperar el 22, es la misma distancia, dijo.
La zona no solo cambió su fisonomía con las familias que antes estaban ubicadas en la traza de circunvalación, sino que al lado está el Paraná 144 Viviendas inaugurado en la semana. Un poco más lejos, también se encuentra uno de los barrios de Vicoer y los vecinos de ahí deben caminar ocho cuadras para alcanzar la primera parada.
Un poco más compleja es la situación que relató Griselda Gómez, presidenta de la vecinal del barrio El Radar, frente al Aeropuerto, un lugar con 150 familias que creció en los últimos años. Presenté notas porque la gente reclamaba el colectivo. Pasa cada una hora y querían que llegue más adentro del barrio. Me contestaron que era poca la cantidad de personas que vive en la zona y que usan el servicio. Por acá pasa el 4, no hay otra cosa. Cuando alguien lo pierde, tiene que llegar hasta Newbery y son más o menos unas 15 cuadras las que hay que caminar, señaló. Esta situación se repite en numerosas urbanizaciones y barrios de Paraná.
Marcelo Lischet es el presidente de la Asociación de Transporte Urbano de Pasajeros (ATUP), de la Federación Argentina de Transporte de Pasajeros y gerente de la empresa Mariano Moreno. Consultado por esta situación, explicó: Hay una evaluación que la hizo la universidad con la Municipalidad y está pendiente de realización. Nosotros vimos algunas opciones, pero no tenemos la potestad de cambiar los recorridos. El proyecto contemplaba un nivel de cobertura mayor y un cambio del sistema para hacerlo más ágil. Bueno, todo eso está en manos de la Municipalidad.
Predisposición
Contó que igual realizaron algunas modificaciones en los recorridos, pero destacó: Son parches y no sirven, e hizo hincapié en ese proyecto que encaró la Municipalidad con la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) (Ver Lograr una frecuencia de seis minutos).
Mientras tanto acompañamos el crecimiento de Colonia Avellaneda, incorporamos unidades y mejoramos horarios. Siempre hablamos con Transporte y se chequea dónde hay falta de servicio, sostuvo Lischet, y agregó: Otro de los servicios que han mejorado son los de la zona de Newbery y Zanni, donde hay un movimiento importante y fue reforzado Lomas del Mirador. No se puede hacer mucho más porque ahora hubo que cambiar los recorridos en el Parque Urquiza con el desplazamiento de la barranca y eso conlleva más tiempo y por lo tanto escasea la frecuencia.
Ante la problemática, volvió a reafirmar la necesidad de soluciones integrales, y dijo: No pasa por los parches, sino por un profundo cambio. Primero hay que buscar las calles troncales, las que tengan mayor flujo de transporte para que sea ágil y evitar las bifurcaciones. Hay que unificar en un solo recorrido y que las personas se desplacen hasta las calles principales, pero nos encontramos con lugares que no tienen calles principales. Por otro lado consideró que hay que modificar las trazas que van para el centro y que luego cruzan hasta el Parque Urquiza.
A eso lo hacen casi todas las líneas. No hay carga de pasajeros del centro al Parque y uno de los planteos era no desplazar las líneas hasta él, consideró que de lograrlo se sacarían minutos de recorrido y mejoraría la frecuencia.
Se trata de cambios estructurales que se pueden llegar a implementar. Se hacen pequeñas modificaciones, pero el de fondo hay que encararlo con mucha seriedad, remató.
Lograr una frecuencia de seis minutos
Guillermo Federik, secretario de Planificación, Infraestructura y Servicios de la Municipalidad de Paraná, dijo que el proyecto encarado con la Universidad Tecnológica Nacional está en condiciones de llevarse a cabo, pero aclaró: Ahora está en evaluación del área legal, porque implica una modificación de la prestación. La propuesta que queremos instrumentar requiere de una nueva concesión del servicio y eso recién puede hacerse el año próximo.
Explicó además que las modificaciones en el recorrido pueden llegar a ser sustantivas y por eso se debe hacer un nuevo contrato con las empresas que llevan adelante el servicio en la capital provincial.
Uno de los objetivos es reducir a un promedio de seis minutos los tiempos de espera en las paradas a partir de recorridos lineales por corredores exclusivos. Igual debo dejar bien en claro que no está definida aún la viabilidad de implementarla en el corto plazo, pero sí está realizado el estudio técnico y los objetivos: habrá menos recorridos en kilómetros y más unidades en cada línea.
Señaló que sí se contempla la situación del crecimiento de la ciudad y la inauguración de nuevos barrios donde no siempre llega el transporte público.
Esta iniciativa nos da la pauta para frenar la dispersión. Ahora, entre el estudio de factibilidad que pedimos a los desarrolladores incorporamos el transporte público. Las zonas con nuevas urbanizaciones tienen que tener el servicio sin una modificación sustantiva del transporte, como una condición más, como las cloacas, el agua, vialidad. Así incorporamos el servicio que antes no existía, explicó en declaraciones publicadas por UNO.
