Miguel compartía con su esposa Elizabeth Lindt (de 30 años de edad) la pasión por enseñar el arte marcial nacido en Korea y ambos habían transmitido ese fervor al hijo cruelmente asesinado por su progenitor.
En la currícula de este hombre hay varias actividades relacionadas con la defensa personal, allí se consigna que prioritariamente era instructor de Taekwondo, disciplina a la que había llegado a un elevado Dan (nivel), algo prematura según otros maestros concordienses de esta conocida arte marcial.
Fueron justamente estos colegas de Díaz quienes apuntaron que como maestro, sus métodos de enseñanza eran conocidos por la "rigurosidad" en el trato con los alumnos, lo que le había valido incluso la pérdida de varios discípulos, ya que tenía "formas de hablar y de enseñar más propia de una disciplina militar, que del Taekwondo".
Incluso el padre de un chico que fue alumno de Díaz, reconoció a Diario Río Uruguay que lo retiró de inmediato cuando su hijo hizo una observación sobre una reprimenda que tuvo del maestro y que cuando dicho padre consultó sobre el hecho, el instructor le respondió de forma vehemente que ese lugar "no era una guardería infantil", por lo que si su hijo se retiraba "era mucho mejor para él".
Instructor de civiles y policías
Diaz era muy conocido también por varios integrantes de la fuerza policial, ya que habitualmente entre sus alumnos en técnicas de "Reducción y Defensa Personal" había integrantes de algunas fuerzas de seguridad, especialmente de la policía de Entre Ríos.
Incluso con algunos de ellos solía compartir instrucciones en polígono de tiro al blanco con armas de fuego y con otros había llegado a trabajar en el circuito nocturno con el servicio de seguridad brindado a boliches.
Si bien había comenzado como un "patovica" del llano, en la actualidad Miguel Díaz concesionaba y ofrecía un servicio integral a locales bailables en la zona céntrica, con personal a su cargo donde llamativamente estaba su esposa, Elizabeth.
Desde el pasado mes de abril la pareja habría ingresado en una crisis sin retorno, incluso fueron varios los vecinos que detallaron a este medio que eran habituales las discusiones subidas de tono entre ambos. En ese contexto, vale remarcar que oficialmente para la policía no constan denuncias formuladas por este problema, ni ninguna otra presentación de este tipo contra Díaz, ya sea por parte de su esposa o de un tercero.
A pesar de este conflictivo cuadro de pareja, el pequeño Juan Martín estaba amparado en un "régimen amplio" de convivencia, tanto para Miguel Angel como Elizabeth.
Fue por eso que el chico estuvo este fin de semana con su padre, hasta que en la mañana del lunes su madre fue a buscarlo y encontrarse con el dramático cuadro.
Juan Martín, conocido por todos como Martín (a secas) desde pequeño se sumergió al mundo del taekwondo emulando a sus progenitores. Paradójicamente, la etimología de la palabra taekwondo podría traducirse como "el camino de pies y manos", haciendo referencia a un estilo de arte que utiliza únicamente los pies, las manos y otras partes del cuerpo, prescindiendo por completo del uso de armas, como por ejemplo el revólver calibre 32 que el padre del chico utilizó para quitarle la vida, ante de colgarse para suicidarse.
