Al igual que en otras partes de nuestra provincia y Santa Fe, los vacunos presentan las mismas extrañas mutilaciones: les falta la lengua, los genitales, un ojo y una porción de quijar, extraídos "con precisión quirúrgica".
Las autoridades sanitarias sostienen que no pueden aclarar su procedencia de los ataques a estos animales, a pesar de las investigaciones se llevan a cabo hace una década, cuando comenzaron a aparecer estos casos. Los lugareños todavía siguen sorprendidos.