Pasaron poco más de 15 meses de instrumentada la iniciativa de prohibir el estacionamiento en el centro de Paraná. Fue una de las medidas de cambio en la estructural vial más significativa del último período.
A principio de 2013 se dio incluso un margen de dos meses donde los inspectores no pusieron multas y su tarea fue acercarse a quienes estaban en infracción para advertirlos de las nuevas disposiciones. Aquellos que estacionan el auto dentro del perímetro prohibido tienen un margen de 15 minutos para ascenso y descenso de pasajeros, pero solo en escuelas, hospitales y hoteles. Sin embargo, hoy la medida no se respeta y los vehículos quedan durante horas, algunos desde la mañana temprano hasta después de la siesta.
Ayer en la manzana de Perú, Libertad, España e Italia la fila de autos superaba los 50 metros en cada una. Incluso en calles siguientes donde también rige la medida, la cantidad de vehículos en infracción era aún mayor. Eran las 11.30 y algunos conductores frenaban en doble fila, otros buscaban estacionar igual, los colectivos querían pasar y demoraban en hacerlo, había bocinazos, enojos y gritos: justo lo que se quería evitar cuando se instrumentó la iniciativa.
Control
Hay 30 inspectores por mañana en toda la zona restringida, pero antes del mediodía la mayoría se destina al control de la puerta de algunas escuelas donde la salida de los estudiantes vuelve conflictivo al tránsito.
También de mañana temprano desatendemos el estacionamiento en infracción de la zona céntrica. Retomamos después del ingreso a las escuelas y volvemos a salir a partir de las 11.30. Si no estamos en le momento de la infracción no lo podemos controlar, dijo a diario Uno José Rey, director de Operaciones y Control General de Tránsito.
No es fija la cantidad de multas que se realizan a diario por mal estacionamiento y a veces solo la presencia del inspector hace cumplir con la normativa. (Ver Multas y precios) En los horarios en que el microcentro no se controla con la totalidad de inspectores, la situación se desborda. Toda la zona demarcada está dividida en cuatro sectores y ahí se distribuyen los inspectores, tanto aquellos que van a pie -se los denomina infantes- como los motorizados. Tratamos de por lo menos de contribuir al ciudadano, remarcó Rey.
La cantidad de estacionamientos medidos o privados no alcanzan para la totalidad de vehículos que ingresan al centro de la ciudad por día. Eso, sin embargo, no es causal para cometer infracciones. Como sea, la desidia gobierna las calles y en esto culpar al Estado no vale.
Multas y precios
En Paraná, por estacionar en un lugar restringido el precio que se debe pagar por la multa tiene un promedio de 300 pesos. Pero parte de los 220. Cuando hay reincidencia puede llegar a valer el doble. Los montos los determina un juez.
En la ciudad hay dos grúas que no dan abasto y cuya función es levantar a los mal estacionados. Cuando el inspector hace sonar el silbato debe dar unos minutos de margen y luego hacerlo sonar otra vez. Si en ese lapso el conductor del vehículo no se hace presente, se remueve.
Se estima que seis de cada 10 multas diarias son por mal estacionamiento en zonas restringidas o incluso sobre la vereda.
Nuevos inconvenientes del tránsito
En todas las cuadras comprendidas entre Córdoba- Libertad; Paraguay-Carbó; 9 de Julio -San Juan; y La Paz-Laprida no puede haber ningún auto estacionado desde la 7 a las 20 los días de semana y los sábados de 8 a 13.
El cambio implica por un lado una modificación de la costumbre de dejar el vehículo en la calle a pocas cuadras del trabajo o de la zonas de mayor concentración comercial y bancaria. Desde su origen tiende a mejorar la seguridad vial, hacer más fluido el transporte público y privado en la zona y contribuir a la salud ambiental y sonora. La medida fue anunciada junto a algunos estacionamientos a 45º en zonas que generaron polémica.
Pero ahora, el ingreso y egreso de las escuelas es un problema para el tránsito y todavía no tiene solución. Genera que la gran mayoría de los inspectores hagan controles en estos establecimientos y no alcancen para cubrir otros lugares. No hay forma de hacer entender a algunos padres que tienen que caminar una cuadra para buscar a sus hijos. Se estaciona en doble fila y todo se vuelve un gran problema. Tenemos escuelas como la Normal, Centenario, La Salle que son conflictivas y están dentro del centro. Pero también trabajamos en aquellas que están sobre avenidas o calles importantes en la periferia como la escuela Luján , Tabaré, La Base. Es ahí cuando tenemos que desafectar todo el centro de la ciudad y utilizar a los motorizados -que son solo siete para todo Paraná- para cubrir las instituciones educativas, explicó José Rey el director de Operaciones de Paraná.
Cada mañana el Cuerpo Único de Inspectores de la ciudad arma un cronograma para abarcar las zonas más difíciles. Hay requerimientos de la Policía o de obras en la calle que también deben cubrir. En esos casos la falta de personal vuelve a marcarse.
