Antes de ingresar a la casa vio que en la esquina había cuatro hombres. En su auto quedaron tres amigos: uno en el asiento del acompañante y dos detrás. En ese momento, dos de las personas que estaban en la esquina se acercaron al vehículo y uno de ellos, sacando un arma de fuego, amenazó a quienes estaban en el rodado para que les entregaran sus pertenencias. Uno le quitó el arma al delincuente y comenzó un forcejeo. En ese acto, el ladrón gatilló el arma sobre el pecho de uno de los jóvenes, pero el disparo no salió, supo La Calle.
En la pelea, los sujetos dieron puntapiés en el costado derecho del rodado, dejando marcas visibles de su calzado y también huellas dactilares. Pasados unos minutos, salió de la casa el propietario del auto y los ladrones huyeron. Quien portaba el arma disparó a la luneta trasera, pero el proyectil dio contra el borde duro del lado izquierdo, por lo cual no ingresó al vehículo. La luneta resultó totalmente dañada y se observaban pedazos de vidrio en la vereda de la vivienda.